jueves, 9 de febrero de 2017

LA REPRESA TELES PIRIS DESTRUYE AREA SAGRADA DE LOS MUNDURUKU BRASIL

 “Es tiempo de muerte. Los Munduruku comenzarán a morir. Tendrán accidentes. Hasta los accidentes simples llevarán a la muerte. Caerá un rayo y matará a un indígena. Caerá la rama de un árbol y matará a un indígena. No es casualidad. Todo se debe a que el Gobierno interfirió con un lugar sagrado”, afirmó Valmira Krixi Biwūn con autoridad. 
Valmira Krixi Munduruku, como ha sido bautizada, es una guerrera indígena Munduruku que vive en la aldea de Teles Pires, junto al río del mismo nombre, en la frontera entre los estados brasileños de Mato Grosso y Pará. Como líder y mujer sabia, habla con gran seguridad sobre una variedad de temas, desde historias antiguas de su pueblo hasta los menjunjes a base de plantas en los que las jóvenes deben bañarse para transformarse en guerreras.
El lugar sagrado al que se refiere es una serie de rápidos conocidos como Sete Quedas, en el río Teles Pires. En 2013, el consorcio responsable de la construcción de una planta hidroeléctrica grande obtuvo una autorización judicial para dinamitar los rápidos a fin de abrir camino para la represa Teles Pires.
RÁPIDOS EN EL RÍO TELES PIRES. LOS IMPACTOS CULTURALES DE LA DESTRUCCIÓN DE SETE QUEDAS —UN LUGAR SAGRADO SIMILAR AL CIELO CRISTIANO— CONTINÚAN REPERCUTIENDO EN LA SOCIEDAD MUNDURUKU. LAS REPRESAS Y EMBALSES FUTUROS ESTÁN PLANEADOS DE UN MODO QUE PROBABLEMENTE IMPACTE OTROS LUGARES SAGRADOS DE LOS INDÍGENAS. FOTO: THAIS BORGES
LA REPRESA HIDROELÉCTRICA TELES PIRES EN CONSTRUCCIÓN. FOTO CORTESÍA DE BRENT MILLIKAN / INTERNATIONAL RIVERS. FOTO: BRENT MILLIKAN / INTERNATIONAL RIVERS
En 2013, las empresas participantes hicieron explotar Sete Quedas y, al hacerlo, destruyeron (según la cosmología de los pueblos indígenas de la región) el equivalente al Cielo cristiano, el santuario sagrado habitado por espíritus después de la muerte. Conocido como Paribixexe, Sete Quedas es un lugar sagrado para todos los Munduruku.
Dinamitar el Cielo
La destrucción de los rápidos sagrados fue un golpe mortal para los indígenas: “La destrucción con dinamita de un lugar sagrado es el fin de la religión y el fin de la cultura. Es el fin del pueblo Munduruku. Cuando dinamitaron la cascada, dinamitaron la Madre de los Peces y la Madre de los Animales que cazamos. Entonces, esos peces y esos animales morirán. Todo lo que se relaciona con nosotros morirá. Entonces, este el fin de los Munduruku”, explicó Eurico Krixi Munduruku, un anciano indígena apenado.
El mensaje de Valmira Krixi es igual de escalofriante: “Llegaremos a nuestro fin, y nuestros espíritus, también”. Es una doble aniquilación: en vida y en muerte.
En la actualidad, más de 13 000 indígenas Munduruku viven en 112 aldeas, muchas de las cuales están a lo largo de la cuenca alta del río Tapajós y de sus afluentes, incluido el río Teles Pires. Antiguamente, este grupo indígena ocupaba y dominaba completamente una región amazónica tan extensa que “en el Brasil colonial, toda la cuenca del río Tapajós era conocida por los europeos como Mundurukânia”, según explica Bruna Rocha, una profesora de Arqueología en la Universidad Federal del Oeste de Pará.
UNA DANZA TRADICIONAL MUNDURUKU. FOTO: THAIS BORGES
VALMIRA KRIXI MUNDURUKU: “ES TIEMPO DE MUERTE. LOS MUNDURUKU COMENZARÁN A MORIR. TENDRÁN ACCIDENTES. HASTA LOS ACCIDENTES SIMPLES LLEVARÁN A LA MUERTE… NO ES CASUALIDAD. TODO SE DEBE A QUE EL GOBIERNO INTERFIRIÓ CON UN LUGAR SAGRADO”. FOTO: THAIS BORGES
La repentina aparición de la explotación de caucho en toda la zona amazónica durante la segunda mitad del siglo XIX destrozó el poder de “Mundurukânia” y les quitó la mayoría del territorio a los Munduruku. “Solo se quedaron con fragmentos en la zona baja del Tapajós y una zona más extensa en la cuenca alta del río pero, aun así, era solo una fracción de lo que habían ocupado en el pasado”, comentó Rocha.
Ahora, hasta esos fragmentos se ven afectados seriamente por la planta hidroeléctrica que se construye a su alrededor. De las 40 represas propuestas para la Cuenca del Tapajós, cuatro ya están en marcha o se han terminado en el río Teles Pires. Estas represas son esenciales para una vía navegable industrial que transportaría soya desde el estado de Mato Grosso hacia el norte por los ríos Teles Pires y Tapajós, y luego hacia el este por la Amazonía hasta la costa para su exportación.
Tiempos pasados
Las 90 familias de la aldea Teles Pires, que visitamos, adoran hablar sobre el pasado, una época —según cuentan— en la que podían vagar a voluntad por el territorio inmenso para cazar y recolectar alimentos del bosque. En parte, estos recuerdos nostálgicos son imaginarios ya que, por al menos dos siglos (y quizás más), el pueblo ha vivido en comunidades fijas. Pero continúan recolectando muchos productos del bosque (semillas, corteza de árbol, fibras, madera, frutas y otros) para construir sus casas, alimentarse, fabricar puntas de lanza, preparar brebajes medicinales, etcétera.
Su territorio —el Territorio Indígena de Kayabi, que comparten (no siempre con alegría) con los pueblos Apiaká y Kayabi— fue creado en 2004. Extrañamente, el sitio sagrado de Sete Quedas quedó justo fuera de sus límites legales, un descuido que tendría consecuencias trágicas para los indígenas.
Con el correr de los siglos, los Munduruku se han adaptado bien a los cambios del mundo que los rodea, cambios que se han intensificado desde que tomaron contacto con el hombre blanco en el siglo XVIII. En algunas ocasiones, el pueblo incorporó fácilmente tecnología y elementos sociales nuevos a su cultura para aprovechar sus ventajas. El Museo Británico exhibe una pretina Munduruku “muy tradicional”, probablemente fabricada en el siglo XIX, hecha de algodón importado de Europa. Los indígenas notaron que el algodón era mucho más resistente que las telas que fabricaban con productos del bosque y lo incorporaron alegremente a sus prendas decorativas.
GUERREROS MUNDURUKU. LOS MUNDURUKU, UNA SOCIEDAD INDÍGENA ORGULLOSA DE UNOS 13 000 MIEMBROS EN LA ACTUALIDAD, TOMAN UNA POSTURA DESAFIANTE FRENTE AL PROYECTO DEL GOBIERNO BRASILEÑO DE CONSTRUIR DECENAS DE REPRESAS EN EL RÍO TAPAJÓS Y SUS AFLUENTES. FOTO: MAURICIO TORRES
En la actualidad, esa costumbre continúa. Casi todos los jóvenes tienen celulares y valoran su utilidad. Pero, a veces, los Munduruku descubren (como muchos de nosotros en nuestras vidas citadinas) que la tecnología moderna puede fallar, lo que genera resultados frustrantes. Por ejemplo, los Munduruku instalaron un pozo artesanal en la aldea de Teles Pires y ahora tienen agua corriente en sus casas. Ese avance hace la vida más fácil, excepto cuando el sistema se rompe, que no es algo poco frecuente. Durante los cuatro días de nuestra visita, por ejemplo, no hubo agua porque la bomba había dejado de funcionar.
De forma similar, su religión también ha cambiado, al menos de manera superficial. Los frailes franciscanos tuvieron una misión (Missão Cururu) en el corazón del territorio Munduruku durante más de un siglo, y el catolicismo dejó su huella. Los Munduruku afirman, por ejemplo, que el creador del mundo —el guerrero Karosakaybu— formó a todos y a todo “a su imagen y semejanza”, tal como dice la Biblia.
Aun así, los indígenas tienen una identidad étnica fuerte, que protegen con vehemencia. Cuando les preguntamos si podíamos filmarlos, aceptaron, pero muchos insistieron en hablar en su propia lengua frente a cámara, a pesar de que podían hablar portugués mucho mejor que nuestro intérprete.
Además, su cosmología es sólida: cada indígena con el que hablamos compartía la creencia de Krixi Biwūn en el más allá y en la suma importancia de los lugares sagrados para garantizar la vida después de la muerte. Esta creencia es la base de su cosmología y es esencial para su existencia. Fue esta creencia fundamental la que ha estallado, lo que hace casi imposible una adaptación

sábado, 4 de febrero de 2017

EL MITO DEL DILUVIO HUAROCHIRI PERU

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Se ofrece a continuación un mito sobre el diluvio, originario de la actual provincia de Huarochirí, en la sierra de Lima, Perú. Aparece en un Manuscrito quechua sin título recogido a fines del s. XVI por el sacerdote cuzqueño Francisco de Avila. El relato fue tomado de la página web de Dioses y Hombres de Huarochiri:
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En tiempos antiguos este mundo estuvo en peligro de desaparecer. Una llama macho que pastaba en una montaña con excelente yerba, sabía que la Madre Lago [el mar] había deseado y decidido desbordarse, y caer como catarata. Esta llama entristeció; se quejaba: "in, in", diciendo lloraba, y no comía. El dueño del llama, muy enojado, lo golpeó con una coronta de choclo:
- "Come, perro -le dijo-, tú descansas sobre la mejor yerba".
Entonces la llama, hablando como si fuera un hombre, le dijo:
- "Ten mucho en cuenta y recuerda lo que voy a decirte: ahora, de aquí a cinco días, el gran lago ha de llegar y todo el mundo acabará"
Así dijo, hablando. Y el dueño quedó espantado; le creyó.
- "Iremos a cualquier sitio para escapar. Vamos a la montaña Huillcacoto, allí hemos de salvarnos; lleven comida para cinco días", ordenó, dijo.
Y así, desde ese instante, el hombre se echó a caminar, llevando a su familia y al llama.
Cuando estaba a punto de llegar al cerro Huillcacoto, encontró que todos los animales estaban reunidos: el puma, el zorro, el huanaco, el cóndor, todas las especies de animales. Y apenas hubo llegado el hombre, el agua empezó a caer en cataratas; entonces allí, apretándose mucho, estuvieron hombres y animales de todas partes, en el cerro de Huillcacoto, en un pequeño espacio, sólo en la punta, hasta donde el agua no pudo alcanzar. Pero el agua logró tocar el extremo del rabo del zorro y lo mojó; por eso quedó ennegrecido.
Y cumplidos los cinco días, el agua empezó a descender, se secó; y la parte seca creció; el mar se retiró más, y retirándose y secándose mató a todos los hombres. Sólo ése de la montaña vivió y con él volvió a aumentar la gente, y por él existe el hombre hasta hoy. Y nosotros bendecimos esta narración ahora; los cristianos bendecimos ese tiempo del diluvio, tal como ellos narran y bendicen la forma en que pudieron salvarse, en la montaña Huillcacoto.

NATIVOS NORTE AMERICANOS EN GUERRA ANTE POLITICA DE TRUMP


                                                                                                           Por José Carlos Díaz Zanelli


Tras el anuncio de Donald Trump de darle luz verde a los oleoductos Dakota Access y Keystone XL, diversas organizaciones civiles y naciones originarias se han pronunciado en contra. Y no solo eso, sino que anuncian una serie de movilizaciones masivas y “desobediencia civil” contra las medidas adoptadas por la Casa Blanca. 

- Sin duda alguna, desde que asumió la presidencia de los Estados Unidos una de las decisiones más controvertidas que ha tomado Donald Trump ha sido la luz verde para los oleoductos de petróleo Keystone XL y Dakota Access. Sin embargo, estas medidas ya estarían evidenciando sus consecuencias en la sociedad norteamericana.
Y es que esta semana, activistas de los grupos opositores a ambos oleoductos han señalado que con estos decretos Trump “la he declarado la guerra a las naciones indígenas de todo el país”. Por esto razón anunciaron una serie de movilizaciones para los próximos meses.
Una de las primeras convocatorias vino por parte del representante de la organización Keep it in the Ground (Mantenlo en la tierra), Dallas Goldtooth, principal opositor al oleoducto Keystone XL. 
Nos movilizaremos, lucharemos, resistiremos al oleoducto de Keystone XL, y planeamos crear campamentos a lo largo de la ruta del oleoducto Keystone XL para combatir este oleoducto en cada paso del camino”, advirtió el activista.

Indígenas contra Trump

En paralelo, la Red Ambiental Indígena (IEN, por sus siglas en inglés) ha respondido a los decretos de Trump con la misma agresividad con que su administración se expresa hacia la población nativa norteamericana. 
Ellos han afirmado que el presidente de los Estados Unidos está tomando medidas “extremas e insanas”. Al mismo tiempo lo acusan de haber “violado la leyes federales que protegen a la población indígena”. Por esta razón anuncian la que sería una de las movilizaciones más grandes realizadas en la historia moderna de Norteamérica.

Será una movilización masiva y de desobediencia civil en una escala nunca antes vista contra un presidente de los Estados Unidos recién asumido, anunció IEN.
 
Pero el rechazo a las medidas adoptadas por Donald Trump no concluye ahí. Pues a las movilizaciones ya anunciadas por las comunidades Sioux afectadas por el oleoducto de Dakota Access, se la suma la de la nación Athabasca Chipewyan, una de las más antiguas de Norteamérica. 
Ellos, por intermedio de su representante Eriel Deranger, han expresado su respaldo a las manifestaciones contra ambos oleoductos, asegurando que harán oposición a estas medidas por todas las vías posibles.

 Mi nación no tomará a la ligera el nuevo memorándum de Donald Trump sobre Keystone XL: lucharemos a través de los tribunales, las protestas y cualquier medio disponible y necesario.
 Tomado de SRVINDI.