viernes, 17 de julio de 2020

TESTIMONIO DE HAROLDO SALAZAR LIDER INDIGENA AMAZONICO PERU QUE VENCIO EL CORONAVIRUS CON PLANTAS MEDICINALES


Compartimos el valioso testimonio de Haroldo Salazar Rossi, un indígena especialista en ecología y bosques tropicales quién recurrió a su experiencia basada en el conocimiento de las técnicas curativas y propiedades de las plantas medicinales de la selva tropical para afrontar un cuadro de COVID-19 que lo amenazó a él y a toda su familia.

Haroldo, fue uno de los técnicos del pionero programa Huertos Integrales Familiares Comunales (HIFCO) de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) y que sentó las bases para una estrategia de soberanía alimentaria en base a la agroecología y agroforestería. 

Por Haroldo Salazar Rossi
 Quiero compartir las experiencias que he pasado con el coronavirus (COVID-19) y algunas recetas con las que pude vencerla. Fue muy duro estar con mi familia y asumir esta responsabilidad.
El virus se manifiesta de formas muy raras en cada persona; por ejemplo, no a todos les da dolores de cabeza, espalda, pecho y huesos. Los casos son diferentes.
Los síntomas aparecieron en mí desde el cinco de mayo. Un día antes empecé a sentir un malestar, desgano y desvanecimiento en todo el cuerpo, como si tuviese frío y esas cosas.
Además, en las noches tenía una fiebre interior que no era normal; venía de los pies a la cabeza y no me dejaba dormir. A partir de ahí tuve sudor, dolores de articulaciones y mucha fiebre, la cual no paró por más de nueve días.
Dentro de ese periodo siempre me traté con plantas naturales y con cositas que aprendí de la interculturalidad, porque sabía que no había cura o esta no llegaría a tiempo. Tampoco podía ir a los hospitales porque no tenían oxígeno ni tratamientos y en las farmacias no había stock de medicinas o una pastilla costaba veinte, cincuenta y hasta cien soles.
Cuando me enfermé estuve tratándome con la cascara de quina y la corteza de la uña de gato y preparados como estos. Los hacía hervir y tomé los jarabes por nueve días.
Luego de dicho periodo, no sé quién les avisó, pero llegaron personas para hacer pruebas rápidas del COVID-19, donde di positivo y, por lo tanto, toda mi familia también estaba contagiada.
Entonces, me dieron pastillas de paracetamol para la fiebre y otras de hiroxcloroquina que se utiliza para la malaria; cada ocho horas tenía que tomar la mitad de esas pastillas.
Estuve tomándolas tal y como me indicaron por dos días y medio, pero fue ahí cuando me sentí más grave; parecía que le hubiera dado la contra a lo que estaba haciendo antes. También, comencé a tener dolores de cabeza, espalda, pecho y seguía la fiebre con todo. Realmente, me desesperé.
Los que vienen a darte las medicinas te las entregan y nunca más vuelven, solamente apuntaron que tú eres tal persona y punto; después, nunca más tuve el seguimiento de ellos. Por esto, volví a tomar las plantas medicinales que conozco. Esta vez sí las acompañé con pastillas, y es parte del proceso en que te vas mejorando.
Fue ahí cuando mis suegros y mi esposa empezaron a tener los síntomas y todos teníamos que ayudarnos de una u otra manera. Para esto tomábamos agua de matico con agua de kión, el sacha ajo, la mucura, el kion, el ajo, cebolla, con limón y un poquito de miel.
Con todo esto empezamos a tratarnos las más o menos siete personas de la familia en casa y mi nieto, que no se enferma hasta ahora.
Así pude ver cómo los preparados a unos les caía bien y a otros no. Me di cuenta que iban de acuerdo con la edad. Asimismo, observé que las plantas secas o las que se remojan con el aguardiente pueden afectar el estómago y al hígado si las tomas en exceso con el aguardiente. 
Pero, cuando se hierven puras y se toman con otras plantas no presentan ningún problema; al contrario, ayudan al estómago y a todo el intestino. Si bien toda planta puede tener sus contraindicaciones, no he visto que se presenten problemas cuando se toman puras.
Ahora ¿cómo podemos protegernos de las contraindicaciones? Con las mismas plantas. Por ejemplo, si te hace daño la uña de gato o la mucura, toma el matico y la hierbaluisa. Las plantas medicinales no provocan muchos problemas.
Actualmente, existen muchas de estas recetas surgidas a partir de la observación y la experiencia, pero no paran el COVID-19. Aún no hay alguien que te pueda decir definitivamente cómo hacer las cosas.
Foto: Plantas y hojas de Mucura (N.C: Petiveria)

En busca de una sanación más allá de los hospitales

Para la mayoría de la gente la situación es muy desesperante, y como no existe una cura especial, tenemos que ir al hospital, a la farmacia o a una clínica donde se aprovechan de la situación y te sacan un ojo de la cara.
Si te enganchas con un tratamiento, en las clínicas no baja de cincuenta mil u ochenta mil soles y en otros lugares cobran hasta ciento cincuenta mil. La gente humilde no tenemos ni siquiera para empezar a comprar esas medicinas tan caras.
Particularmente, yo no quería saber nada de los hospitales. Nosotros preferimos tratamos en casa, porque si te llevan al hospital te olvidan. En cambio, en casa tienes la ventaja de poder tratar a las personas, de darles agua, de hacer las vaporizaciones y de atenderlos, antes que caigan en la desesperación.

Actitud positiva

¿Qué debemos recomendar cuando estamos enfermos? No desesperarse, creer en uno mismo, si tienes alguna religión, creer en Dios; él puede hacer mucho con las medicinas naturales y tener en cuenta que hay que aislarse un poco, cuidar a la familia y quienes nos rodean no tengan miedo.
No hay que caer en el miedo ni la desesperación, porque se puede salir adelante. Vemos que no es algo nuevo, se manifiesta como una bronquitis o una tos muy fuerte. Además, todo el mundo ha sentido malestar bronquial muy intenso, y fue así como lo tratamos.
Hay mucha gente que se curó de diferentes maneras y con recetas caseras. Bueno, nosotros, en las comunidades, no tenemos el eucalipto de la sierra que tiene muchas propiedades. Algunos, tienen el eucalipto tropical pero no tiene los mismos efectos.
En reemplazo, los amazónicos tenemos las hojas de uña de gato, el ayahuasca, el ojé y el toé, que tienen aceites esenciales y que se pueden acompañar con las hojas de palillo, cúrcuma o bijao.
¿Por qué digo que tienen aceite? Si tú haces un juane con el bijao veras que no necesitas aceite adicional, ahí lo verás. Por esto, si tú combinas todas esas hojas que tienen aceite combinándolas con todas esas hojas tendrán para sahumarse o hacerse el baño del vapor.
Nosotros, los pueblos indígenas, o los que vivimos en la selva tenemos muchas otras hojas aceitosas y esto es algo muy interesante que debemos aprovechar.
Foto: Toé (N.C: Brugmansia suaveolens)

Dieta

En esta pandemia no se debe tomar refrescos con agua cruda. Es recomendable hacer hervir el agua y tomarla con miel y limón. El masato debe ser hervido y el pajo o recipiente donde se bebe debe ser individual, no compartido.
Para prevenir el COVID-19 tome agua tibia en ayunas, también, desparasitarse con el ojé, el ayahuasca o la guayusa para tener el estómago limpio.
Con el tratamiento es importante hacer dieta, porque cuando comes demasiado el estómago está lleno y si te echas fastidia al pulmón, al pecho y hace que te aflijas bastante.
En los nueve días que estuve mal comí pocos alimentos, porque yo le di más importancia a las plantas para que hagan efecto. 
Pero sí es importante comer poco, hay que beber mucha agua hervida y tomarla tibia, y todos los preparados que uno se haga con plantas y hojas ayudan bastante.

Vaporización

No se puede decir que el tratamiento casero mata al virus, pero, por lo menos lo controla y uno se siente aliviado de estos síntomas. Cuando no puedes respirar, el vapor del agua con plantas como el matico el sacha ajo o el mucura entra hasta tus pulmones y hace que vuelvas a respirar, es como un balón de oxígeno, llega con la misma fuerza.
Foto: Matico (N.C: uddleja globosa)
Foto: Planta de Sacha Ajo (N.C: Mansoa alliacea)
Por eso es importante tener la vaporización en las mañanas y en las tardes. Uno se va aliviando de sus síntomas de dolor de espalda o de las dificultades para respirar.
La vaporación es muy importante cuando una persona se está atrofiando, perdiendo la respiración y cuando siente que le falta el oxígeno.
  • Vaporación del cuello, cabeza y nariz:
En una olla chica se hierve 10 hojas de sacha ajos y 20 hojas de mucura. En una toalla coloca la corteza de jiro sacha, 8 hojas de matico y 10 de uña de gato y dos limones partidos en cuatro para cubrir de la cabeza al cuello.
La olla debe estar entre el pecho y la nariz por espacio de 5 minutos. Esto se realiza dos veces al día hasta que pueda respirar sin problemas.
  • Vaporación para todo el cuerpo:
En una olla grande hervir 20 hojas de sacha ajos y 40 de múcura.
También, hacer hervir la corteza de jiro sacha, 20 hojas de matico, 30 de uña de gato, 3 de bijao y 4 de guisador y 3 limones partidos en cuatro.
Mientras tanto, se calienta en la candela tres piedras al rojo vivo. Cuando todo esté listo se cubre el cuerpo con una manta y se va agregando las piedras una por una para generar vapor.
El cuerpo debe girar para que el vapor llegue a todo el cuerpo hasta que se enfríe. Se debe secar el cuerpo y evitar que le dé el aire frío. Esto se puede repetir dos veces al día, de manera intercalada hasta la recuperación.

Seis jarabes caseros

1. Se usan 5 hojas de matico o cordoncillo, 10 de uña de gato, 3 de mucura, 1 limón, un pedazo de kión machacado y un manojo de hierba luisa. Esto se hace hervir por 15 minutos en un litro de agua y se le puede agregar una cucharada de miel. Se toma en las mañanas y tardes.
2. Se necesita un manojo de corteza de uña de gato, una porción de chuchuhuasi, 2 cáscaras de plátano bellaco, un pedazo de kión machacado y un manojo de hierba luisa. Luego, se lo hace hervir en un litro y medio de agua por 20 minutos. También se le puede agregar miel y se toma en las mañanas y tardes.
3. Se hace hervir en agua una porción de rayado de la corteza de remo caspi. Luego, se deja enfriar y se toma en ayunas.
4. Para la fiebre o esos síntomas tome una sola vez la ayahuasca. Se debe preparar sin ningún otro ingrediente. En algunas comunidades toman 10 cucharas por cada ocasión.
5. Se licúan 6 ajos, media cebolla y un pedazo de kión con el jugo de dos naranjas, y se toma con dos cucharadas de miel. Cabe mencionar que la miel no es obligatoria.
6. Para este jarabe se requiere una piña y media papaya. Esto se licúa y se toma en la mañana y en la tarde, antes de cenar. Si no tiene una licuadora lo pica y se come como una ensalada de fruta, también, la miel es una opción, pero nunca se debe agregar azúcar.
Foto: Planta y fruto de Kión (N.C: Zingiber officinale)
Foto: Corteza de Remo Caspi (N.C: Aspidosperma excelsum Benth)

Cuidado personal

Los vecinos que saben que estas mal te tienen miedo y te ven de lejos, no lo ven como la familia. La gente tiene miedo, empezando por los mismos médicos y enfermeras que solamente con su mirada y su tratamiento nos hacen enfermar más.
Yo me enfermé en casa, donde debimos tener cada uno su taza, su cuchara y si no tenía detergente, entonces había que hervir ceniza para lavar los platos y si había niños teníamos que cubrirnos al toser.
Hay que decirles a las personas que tengan mucho cuidado y que no vengan a visitarnos. En mi caso no he tosido ni estornudado, pero, hay personas que sí lo hacen y con esto hay que tener mucho cuidado.
Al toser y estornudar debemos cubrirnos la boca y la nariz para no expandir el virus. He visto en mí mismo, tapándome la boca, uno respira todo el microbio que tú botas de adentro y tú mismo lo vas aspirando; en vez de mejorarte vas a enfermarte.
En mi experiencia hay que mantener el contacto con la familia para darle fuerza. Casi toda la familia salimos adelante ayudándonos los unos a los otros sin miedo, porque ya nos habíamos contagiado todos, unos que eran pasivos y otros que ya tenían.
Esas cosas son muy importantes, pero algo que debemos entender, nosotros en las comunidades, es que hay que apartarse para prevenir.
Hay que taparse o cubrirse la boca y la nariz cuando salgas a la calle y converses con otras personas; pero, guardando siempre la distancia y no una distancia exagerada de cinco metros, porque esto también afecta. Hay que conservar la distancia por más de un metro y medio por precaución, siempre dándose ánimo, sin tener temor y perder el miedo.

Limpieza personal y de la casa

Hay que lavarse las manos permanentemente. Cuando uno salga fuera de casa por algún motivo y retornes dejar los zapatos afuera, aleja la ropa de la familia y hay que lavarlos de inmediato, por precaución.
Si no hay jabón uno puede hervir hojas de papaya o frutos de papaya verde con dos tazas de ceniza y dos litros de agua. Para enjuagarse, utilizar agua limpia.
Para desinfectarse podemos usar barbasco, cube y catahua. A cada uno de estos remedios o insecticidas se agrega una o dos tazas de ceniza y se riega por la casa.
Para desinfectar la casa se puede hacer hervir la ceniza con agua y se riega por toda la casa. Esto es muy bueno, también, para lavarse las manos.
Para desinfectarse las manos y pies hay que hervir las hojas de papaya, con sacha ajo, echar una taza de ceniza en el agua caliente y después enjuagarse con agua tibia.
Así hay muchas cosas, para hervir hojas de ojé, catahua y muchas plantas aromáticas para poder lavarse o echar en toda la casa.
De una u otra manera el contagio va a llegar, por ejemplo, con cosas del mercado o empaques de diversos productos. Hay que tener presente que este virus vive en el plástico y en el acero inoxidable por tres días y en el cartón por 24 horas.
Algo que debemos tomar en cuenta, aparte de lavarse las manos, es no ponerse al viento, tomar ni bañarse con agua fría y –por un buen tiempo– lavarse la cabeza solo con agua tibia.
Yo he visto, en las comunidades, que tomar agua en la mañana o la guayunza, por ejemplo, es algo muy importante e interesante cómo se van desinfectando. El limón con un poco de sal es bueno para hacer gárgaras y botar la flema cuando estas con la pandemia.
La gente que toma ayahuasca, háganlo, tomen para que su estómago se limpie y si hay sitios donde pueden tomar ojé o desparasitarse, hazlo antes de que les caiga este virus.
Foto: Hojas de Ayahuasca (N.C: Banisteriopsis caapi)
Foto: Corteza de Quina (N.C: Cinchona officinalis)

Despedida

Estimados amigos, quise compartir todas estas experiencias para que las tengamos en cuenta y decirles que no tengamos miedo, enfrentémonos y no esperemos las pastillitas, o a los médicos ni a las enfermeras que quizás nunca lleguen. Vemos que ellos también se contagian y mueren, y no hay quien nos cure, incluso a ellos a pesar de ser médicos o enfermeras.
Siempre se está a la espera de las medicinas occidentales, comerciales que dependen de las farmacias, que ayudan un poco, pero debemos de ser concientes que no existen cura para esta pandemia. Sin embargo, juntos podemos salir adelante y de una u otra manera proteger a nuestras familias y comunidades, aprovechando que tenemos en nuestros territorios muchas plantas y sabiduría.
Eso me ayudó a restablecerme a mí y a mi familia. Tambien a ustedes, hermanos, amigos, paisanos y pueblos indígenas de la Amazonia del Perú y de la cuenca amazónica, los conocimientos de nuestros pueblos con las curaciones tradicionales y en base a las plantas medicinales tienen que valorarlas.
Actualmente, me encuentro en proceso de mejoramiento y sigo ayudando a quienes puedo con mis recomendaciones y compartiendo mis conocimientos. Muchas gracias por su atención, quise compartir esta experiencia de cómo salí delante y después de cincuenta días ya me encuentro bien.
Tomado de  Servindi y Voces en Accion.

Foto: Planta y hojas de Albahaca (N.C: Ocimum basilicum)
Foto:  Ayahuasca (N.C: Banisteriopsis caapi)
Foto: Planta y hojas de Cúrcuma (N.C: Curcuma longa)
Foto: Corteza de Chamayro (N.C: Mussatia hyacinthina)
Foto: Corteza de Chuchuhuasi (N.C: Maytenus laevis)
Foto: Chuchuhuasi  listo para preparar (N.C: Maytenus laevis)
Foto: Hojas de Coca (N.C: Erythroxylum coca)
Foto: Corteza de Maniri (N.C: Arachis hypogaea)
Foto: Hojas de Eucalipto (N.C: Eucalyptus)
Foto: Hojas de Guanábana (N.C: Annona muricata)
Foto: Pantas y hojas de Ishanga (N.C: Laportea aestuans)
Foto: Kalanchoe (N.C:  Kalanchoe daigremontiana)
Foto: Hojas de Matico de selva baja (N.C: Buddleja globosa)
Foto: Corteza de Nim (N.C: Azadirachta indica)
Foto: Corteza y cáscara de Nim (N.C: Azadirachta indica)
Foto: Planta y hojas de Ortiga (N.C: Urtica)
Foto: Planta y hojas de Pimienta (N.C: Piper nigrum)
Foto: Planta y hojas de La Vida (N.C: Synadenium grantii Hook)
Foto: Planta y hojas de Toé (N.C: Brugmansia suaveolens)
Foto: Hojas de Sacha Ajo (N.C: Mansoa alliacea)
Foto: Corteza de Uña de Gato (N.C: Uncaria tomentosa)
Foto: Corteza de Chuchuhuashi (N.C: Maytenus laevis)




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