Unos diez mil indígenas llegaron el día 3 de septiembre marchando al centro de Popayán para respaldar el paro agrario de los campesinos en el sur del país. La manifestación indígena aterrizó en el Parque Caldas ubicado frente a la Alcaldía de Popayán y la gobernación departamental, donde el Consejo RegionalIndígena del Cauca dispuso una tarima para diversos actos solidarios y de protesta pacífica.
La masiva presencia de los indígenas generó caos en las vías, pero no hubo desmanes porque la llamada guardia indígena que porta un bastón de mando, controló la situación.
El Consejo Regional del Cauca (CRIC) manifestó su rechazo a las políticas económicas de globalización que según ellos, “afecta gravemente la soberanía alimentaria del país, a pequeños y medianos productores del campo, al empleo y la producción nacional, lo que ha llevado a la crisis agraria”.
En un comunicado rechazaron la militarización de las ciudades; calificaron las protestas de diferentes sectores del agro de “justas”; reclamaron salidas negociadas; reiteraron su rechazo a la firma de tratados de libre comercio, el código minero, ley forestal, planes departamentales de agua, ley sobre penalización de la comercialización de semillas no certificadas, entre otros de los que dicen “son los directos responsables de la crisis del campo colombiano”; llamaron al Gobierno a hacer cambios estructurales de la política territorial, social, cultural y económica del país; y pidieron a los “sectores populares” preparar una gran movilización nacional unitaria con todos los sectores sociales, estudiantes, trabajadores, campesinos, indígenas, afrocolombianos, hombres y mujeres, de todas las regiones del país.
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