indígenas asháninka a manos de madereros ilegales se produce en un contexto adverso para las comunidades nativas desprotegidas por el Estado peruano que no titula sus tierras y superpone concesiones forestales sobre sus territorios ancestrales.
Así lo advirtió Emilio Montes Bardales, presidente de la Federación de Comunidades Nativas del Purús (FECONAPU), quién afirmó que existe falta de voluntad del Estado para atender a las comunidades amazónicas, especialmente las que se encuentran en zonas de frontera.
Sin la presencia del Estado, sin títulos de propiedad, sin servicios públicos básicos ni siquiera de telecomunicaciones las comunidades conviven a diario con la tala ilegal de madera, el tráfico de drogas, la invasión de colonos y la presencia de la minería ilegal dentro de sus territorios comunales, entre otras calamidades.
“Desde las zonas de Purús y Yuruá, solicitamos desde hace diez años la titulación de las catorce comunidades, pero las barreras y vicios burocráticos las dilatan y aletargan” indica Montes Bardales.
El dirigente advierte que el Estado peruano superpone sus territorios ancestrales con Bosques de Producción Permanente establecidos sin ninguna consulta previa a sus habitantes ancestrales.
La realidad de las comunidades del río Tamaya, en especial de la Comunidad Nativa de Alto Tamaya Saweto, es un indicador común de lo que sucede en las comunidades indígenas amazónicas.
“No solo debemos buscar por nuestros propios medios los recursos económicos para titularnos sino que debemos tratar de motivar a las instituciones estatales para solventar los viáticos que nos exigen los funcionarios” apuntó.
Además, a diario debemos enfrentar las amenazas y denuncias de los promotores de las actividades ilegales que nos rodean y que no aparecen en los mapas e informes sobre conflictividad que elaboran la Defensoría del Pueblo y la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) puntualizó.
Las comunidades amazónicas peruanas de frontera somos las más desprotegidas por un débil marco normativo y una escasa presencia del Estado que no destina presupuesto público para titulación y necesidades básicas.
No a la impunidad
“Los pueblos indígenas de Purús nos solidarizamos con connotados líderes y luchadores como Edwin Chota Valera, Leoncio Quincima Meléndez, Jorge Ríos Pérez y Francisco Pinedo.”
“No hay muchos como ellos. Por eso esperamos que este acto cobarde no deje un precedente de impunidad.”
“Se supone que estamos en un Estado de Derecho, en el cual se debe investigar y sancionar los delitos; así como se deben atender las demandas de los pueblos indígenas para darles la protección a sus territorios ancestrales”.
“Como lo mencionó una trajinada lideresa asháninka: Los derechos no se negocian, se exigen” acotó el presidente de FECONAPU.
“No queremos más derramamiento de sangre”
“Las comunidades del río Purús, Yuruá, Utiquinía, Abujao, Tamaya, y otros ríos de la amazonía no queremos más derramamiento de sangre de nuestros hermanos indígenas”.
“Solicitamos la protección de las comunidades y el respeto de los derechos ancestrales de los pueblos indígenas por parte de las instituciones responsables como la Defensoría del Pueblo, el Ministerio Público, la Policía Nacional, el Congreso de la República, el Consejo de Ministros y los ministerios del Interior, Cultura, Mujer, Inclusión Social, Agricultura y Riego, y Relaciones Exteriores”.
“Esperamos que nuestras autoridades políticas atiendan nuestras demandas y no sea demasiado tarde. Somos gente pacífica y no queremos realizar protestas. ¡Basta ya de tragedias y baguazos! Los pueblos indígenas queremos y ansiamos la paz y la equidad entre peruanos” concluyó Montes Bardales.
Tomado de SERVINDI Servicios de Comunicacion Intercultural
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