martes, 15 de julio de 2014

USURPACION EN COMUNIDAD DEL INCA TILCARA ARGENTINA

 

URGENTE COMUNIDAD CUEVA DEL INCA PUEBLO TILCARA 
Denunciamos un nuevo caso de usurpación y esta vez en el lugar denominado Peñalta, ubicado a 300 m a la ex estación del ferro carril hacia el sur de la ciudad de Tilcara, en donde se encuentra un camino ancestral el único acceso para los cerros altos del lugar por donde transitamos con nuestros ganados de lo que vivimos, hoy nos vemos perjudicados ya que la familia Mendoza y el comerciante Pablo Canchi en complicidad con la empresa GASNOR usurparon nuestro territorio. Esta empresa le dio la autorización para que realicen una enorme construcción impidiendo la libre circulación por el territorio comunitario.
Esta construcción se esta realizando sobre de un gasoducto que atraviesa por nuestro territorio. Creemos que la empresa no tiene la facultad de autorizar esta construcción a nadie por que no es dueña del territorio y nunca se realizo la consulta a nuestra comunidad.
El dia lunes 7 de julio nuestras autoridades de la comunidad se presentaron a hacer el reclamo a la empresa correspondiente y las autoridades de esta no nos recibieron. Exigimos a la empresa que cumpla con sus normas especificas relacionadas a los gasoductos, donde no se puede construir sobre las redes en una área de 20 metros que es donde se esta haciendo esta mega construcción. Hacemos responsable a la empresa de todos los perjuicios de esta usurpación en nuestro territorio comunitario. 

miércoles, 9 de julio de 2014

DEFENSORA DE LAS LAGUNAS DE CAJAMARCA PERU

LA ACTUAL POLITICA PERUANA PARA LA TITULACION DE LAS COMUNIDADES ,ES NO TENER POLITICAS

Entrevista a Pedro Castillo, abogado e investigador del CEPES, sobre la situación actual del proceso de titulación de tierras comunales

Pedro Castillo: Actualmente, las políticas para titulación de las comunidades campesinas e indígenas, es no tener políticas. No existe, en la actualidad, una política que indique cómo se va a iniciar la titulación de comunidades. Hay un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para realizar el PTRT 3 - Programas de Titulación de Tierras y Catastro Rural -, pero este aún está en pleno diseño.
En enero de 2013, recién se publicó una norma que señala que la rectoría en materia de titulación, incluyendo a las comunidades, la tiene el Ministerio de Agricultura y Riego. Pero, al mismo tiempo, existe una norma que indica que los Gobiernos Regionales son los encargados de titular las tierras. Por ello, es necesario que exista coordinación entre los Gobiernos Regionales y el Minagri, para empezar con la titulación.
¿Cuáles son las principales normas que existen en el Perú para regular el reconocimiento y titulación de las comunidades campesinas e indígenas?
P. Castillo: A diferencia de las políticas que no existen, sí hay normas vigentes, bastante claras, que señalan que es un deber del Estado titular colectivamente a las comunidades. Estas normas datan de la década del 80’ y están vigentes, pero no se aplican. Entonces, el Estado no está ejecutando algo que ellos mismos se obligaron a hacer. Todas las normas vigentes sobre titulación establecen que la titulación de las tierras se debe hacer de forma colectiva y que es una prioridad del Estado Peruano.  
¿Cuáles son las normas más resaltantes en términos de titulación de tierras?
P. Castillo: Para efectos de titulación tenemos, por ejemplo, el Convenio 169 de la OIT, que señala que es un deber del Estado reconocer derechos de posesión y propiedad de los pueblos indígenas; y, además, la Ley de deslinde y titulación del territorio de las comunidades campesinas.
La Defensoría del Pueblo recomendó al Minagri, fortalecer la política para reconocer la titulación de comunidades campesinas e indígenas. ¿Qué es lo que evidencia este pedido de la Defensoría?
P. Castillo: Saludamos el trabajo y el pronunciamiento de la Defensoría del Pueblo sobre esta tarea que el Estado incumple desde hace más de 30 años. Ojala que sea un impulso para que se tome en serio el reclamo de las comunidades campesinas e indígenas de todo el país. Destaquemos dos temas diferentes: uno es el reconocimiento de comunidades y el otro la titulación de comunidades. En el informe de la Defensoría del Pueblo, se señala estas dos problemáticas relacionadas a derechos: el reconocimiento de comunidades y la formalización de sus tierras.
Desde su punto de vista, ¿Cómo se podría fortalecer dicha política?
P. Castillo: Primero, contar con recursos económicos y humanos. Los gobiernos regionales pueden tener toda la voluntad de titular las tierras, pero si no cuentan con personal técnico especializado, no lo van hacer. Lo mismo sucede si no tienen el dinero suficiente. Las políticas para la titulación de tierras, tiene que ir acompañada, necesariamente, de un presupuesto. Es cierto que la titulación cuesta, pero es una deuda que tiene el Estado con las poblaciones que históricamente han sido y son vulneradas. Lo otro, y considero que es importante, es el tema institucional: hay que solucionar el tema de quién titula las tierras. Es cuestión de ordenar el aparato estatal. Considero que esas dos cosas son básicas para haya un proceso de titulación adecuado.
¿Las tierras de las comunidades campesinas deben ser tituladas de forma individual o colectiva? ¿Por qué?
P. CastilloLas normas son clarísimas al respecto. Tanto en normas internacionales y nacionales, el mandato del Estado peruano es una titulación colectiva. No hay ninguna norma legal que sustente que se ingresará a una comunidad para titular individualmente. Solo si la comunidad, de manera autónoma, posteriormente quiere titularse de forma individual, se puede hacer. Pero ese es un tema de la comunidad, es algo posterior. Antes de titular individualmente, se tiene que titular colectivamente, como señalan las normas. Entonces, la titulación, como mandato del Estado hacia las comunidades, tiene que recoger el espíritu colectivo.
¿Cuáles son los principales problemas que se presentarían de titularse individualmente las tierras?
P. CastilloEn términos económicos, tal como está la norma vigente, las tierras de las comunidades campesinas no pagan ningún tipo de impuesto. Si se titula individualmente, el propietario empezará a pagar un impuesto a la municipalidad donde se encuentra.
Una de las ideas que ciertos sectores han “vendido” es que, al titular la propiedad de forma individual, existirá un mayor acceso a créditos bancarios. Sin embargo, hay que decirlo claramente, una institución bancaria no brinda préstamos con solo presentar un título de propiedad. Los bancos brindan el financiamiento si se prueba la capacidad adquisitiva. Por lo tanto, un título de propiedad, no es garantía de acceder a crédito. Obviamente, si no se paga el préstamo se corre el riesgo de perder la propiedad. Es importante tener en cuenta esas variables. Pero si la comunidad decide titularse individualmente, no hay forma de negarse a ello.
Hay ciertas opiniones negativas sobre la titulación comunal. El diario El Comercio es uno de esos críticos y alega que la titulación comunal sería un desperdicio ¿Eso es cierto o no?
P. Castillo: Eso tiene un sustento en discursos políticos como el del “Síndrome del Perro del Hortelano” (planteado por el expresidente Alan García), donde opinan que las tierras de las comunidades son ociosas porque las personas no tienen recursos ni educación para producirlas. Hay toda una corriente política neoliberal y de medios de comunicación que califica lo comunal como nefasto y que lo que debe primar es lo individual. Pero, eso no está probado. En el actual contexto —donde se le da mayor beneficio a actividades extractivas—, una titulación individual va a generar la atomización de la comunidad. Es decir, las empresas mineras van a poder comprar más rápido las tierras que han sido tituladas de forma individual.
Todavía se tiene que finalizar el saneamiento físico legal de muchas comunidades campesinas, un proceso que aún no concluye. ¿En qué consiste este saneamiento físico legal? ¿Cuántas comunidades campesinas e indígenas no tienen este saneamiento?
P. Castillo: De las más de 7 mil comunidades que tenemos en el país, hay un porcentaje bastante alto de títulos imperfectos. No basta tener simplemente un título de propiedad, sino que este debe estar georeferenciado. Hay un gran porcentaje de comunidades que no lo tienen. De las 7, 538 comunidades reconocidas, solo 6,381 han sido tituladas y 1,157 no tituladas.  
Pero, cabe resaltar, que de las 6, 381 comunidades tituladas solo 2,055 han sido georeferenciadas. Si sumamos las comunidades no tituladas, con las que no tienen georeferenciación, nos damos con las sorpresa de que el 72.7% (5,483) de las comunidades no tienen como acreditar su derecho de propiedad. Entonces, al no poseer títulos ni planos catastrales georeferenciados, la propiedad de sus tierras es un derecho inseguro.
¿Cuál sería el principal beneficio que tendrían las comunidades campesinas y nativas si son tituladas?
P. Castillo: Primero, la seguridad jurídica sobre sus tierras; así, tienen una forma de oponerse a cualquier otra actividad que pretenda desarrollarse dentro de su territorio; también tienen una mayor capacidad para negociar. De igual manera, se les reconoce como propietarios, y por lo tanto tienen un revestimiento de legalidad sobre sus tierras. Ese es el mayor beneficio que se puede tener con una titulación comunal.

INDIGENAS NO CONTACTADOS DE PERU Y BRASIL EN PELIGRO DE MUERTE


Una grave situacion enfrentan los indigenas no contactados de Peru y Brasil, el aumento del numero de encuentros y avistamientos , en los ultimos años hablan de esta preocupante situacion.

Algunos expertos indican que los indígenas “han huido a través de la frontera desde Perú en un intento de escapar de las oleadas de madereros ilegales que invaden y destruyen su territorio. En su huida están adentrándose en la tierra de otros grupos de indígenas aislados que habitan el lado brasileño, algunos de ellos en comunidades asentadas”. Un ejemplo de ello, son los indígenas aislados que fueron encontrados por un grupo asháninka, en el Estado de Acre, cerca de su comunidad.

Sobre estas opiniones, hay que recordar que el año pasado, la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (Fenamad) propaló imágenes donde se observan indígenas no contactados en Madre de Dios, cerca de la comunidad Monte Salvado (a 150 kilómetros de Puerto Maldonado). Aquella vez, los especialistas manifestaron que se tratarían de miembros de la etnia Mascho Piro. Otra organización indígena, la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) señaló que su desplazamiento responde a que sus territorios estaban siendo amenazados por el narcotráfico, y la tala ilegal de madera. Por su parte, en Brasil muchos indígenas aislados se han visto obligados a desplazarse debido a la construcción de enormes presas (como las de Jirau y San Antonio).

La situación se agrava debido a que los desplazamientos pueden provocar enfrentamientos entre los diferentes grupos étnicos. Al mismo tiempo, existe la amenaza latente de contraer enfermedades frente a las que los indígenas no contactados no tienen ninguna defensa.
El Departamento de Asuntos Indígenas del Gobierno brasileño (FUNAI) ha señalado que el contacto “ es inminente” y ha pedido que se envíen equipos médicos, con máxima urgencia, para ayudar a los indígenas aislados.
Ante esta situación, Survival International, el movimiento global por los derechos de los pueblos indígenas, está solicitando a los gobiernos de Brasil y Perú “que protejan toda la tierra que habitan las tribus no contactadas y que cumplan su promesa de mejorar la coordinación en el borde fronterizo para salvaguardar su bienestar”. Su director, Stephen Corry hizo hincapié en que ambos gobiernos deben trabajar juntos.

LOS ACHE DEL PARAGUAY DENUNCIAN GENOCIDIO

Población indígena fue arrasada en los años 50 y 60 durante la dictadura de Alfredo Stroessner.


Los aché habitaban las colinas boscosas del este de Paraguay hasta que fueron brutalmente expulsados de sus tierras por la expansión agrícola que se aceleró en ese país en la década de los 50. Según Survival Internacional, los aché se vieron forzados a defenderse de quienes invadían y expropiaban sus tierras, mientras que estos no tardaron en organizar partidas de cacería para asesinar a los hombres aché y capturar a las mujeres y niños para llevarlos a la Reserva aché y posteriormente venderlos como esclavos. 
Esta grave situación fue denunciada por varios antropólogos, uno de ellos, el alemán Mark Münzel, quien logró captar la atención de la comunidad internacional con su informe "Genocidio en Paraguay", de 1973, donde documentó muchas de las atrocidades cometidas contra los aché.
Sin embargo, como lo menciona Survival Internacional, por aquel entonces el presidente paraguayo, el General Alfred Strossner, era considerado un aliado occidental clave en la región, por lo que los gobiernos británico, estadounidense y alemán-occidental negaron que se estuviera produciendo genocidio.

Es recién en agosto de 2013 que se logra presentar en Argentina una querella criminal, amparándose en el principio de “jurisdicción universal”, contra los responsables de la dictadura paraguaya que atentó contra la población aché.          En abril de este año se ampliaron las causas por delitos de genocidio y lesa humanidad cometidos contra la comunidad.  La población aché está volviendo a aumentar, a pesar de que se les robaron sus bosques para dar paso a la ganadería y la agricultura, y de que estos han sido destruidos prácticamente en su totalidad.