martes, 6 de diciembre de 2016

VI CONGRESO INDIGENA MATSIGENKA CUSCO PERU


Con la participación de las comunidades del Bajo y Alto Urubamba se realizó el VI Congreso de Mujeres, Jóvenes y Líderes Indígenas de la cuenca del río Urubamba, del 28 al 30 de noviembre en el distrito de Quillabamba, provincia La Convención, Cusco.
Alrededor de cien participantes, entre representantes y jefaturas de las comunidades, se dieron cita con la Junta Directiva del Consejo Matsiguenga del Río Urubamba (COMARU), presidida por Agilio Semperi Borja, en la Casa Machiguenga, local de la organización que alojó a los participantes y brindó el espacio para el desarrollo de las ponencias y capacitaciones.
Mesa inaugural de la Junta Directiva dio inicio a VI Congreso. Foto: Vigila Amazonía
El encuentro tuvo como finalidad fortalecer los procesos de vigilancia comunitaria y monitoreo ambiental emprendidos por las comunidades de la cuenca del río Urubamba.
El espacio también dio oportunidad para que las empresas que operan en el denominado Gasoducto Sur Peruano brinden alcances sobre la situación de sus operaciones y cómo implementarán programas y acuerdos con las comunidades.
La convocatoria fue realizada por el Programa Mujer de COMARU, a cargo de la abogada Jackeline Binari Pangoa, en el marco del programa Fortaleciendo la Vigilancia Indígena, con apoyo de la Unión Europea.
La reunión extraordinaria culminó con la firma de un acta de acuerdos y compromisos.

Ausencia de empresas

La participación de las empresas responsables de la explotación de gas natural en la cuenca del Urubamba era importante debido a la oportunidad de exponer los avances de sus planes de trabajo ante el conjunto de representantes de las comunidades que serán afectadas directa o indirectamente.
Cabe resaltar que hace poco más de una semana el Ministerio de Energía y Minas confirmó la existencia de mayores volúmenes de gas descubiertos por la empresa China National Petroleum Corporation (CNPC) en la zona de Camisea.
El MINEM precisó que se trata de un descubrimiento de 3.9 trillones de pies cúbicos (TCF) en el Lote 58, ubicado en la selva sur de Cusco y que incluye a la cuenca del río Ucayali y a Madre de Dios.
Se esperaba la participación de empresas como TGP, Pluspetrol, CNPC y Odebrecht. Solo se hizo presente Ductos del Sur, concesionaria integrada por Graña y Montero, Odebrecht y Enagás, y responsable de la construcción del Gasoducto Sur Peruano.
Rodrigo Reátegui, representante de Ductos del Sur. Foto: Servindi
Ductos del Sur, representada en esta ocasión por Rodrigo Reátegui, explicó a los y las participantes sobre las implicancias de este proyecto además de atender a consultas sobre los procedimientos operativos, las condiciones de contratación de mano de obra local y el desarrollo de programas de atención social.

La Vigilancia Indígena como un derecho

Durante el día lunes 28 y martes 29 se compartieron los planes de trabajo e informes de actividades de las experiencias en monitoreo ambiental que las comunidades desarrollaron durante el presente año. 
Estas experiencias fueron: Programa de Monitoreo Ambiental Comunitario del Alto Urubamba (PMAC-AU) y del Bajo Urubamba (PMAC - BU), el Programa de Monitoreo y Vigilancia Comunitaria (PMVC), asesorado técnicamente por PRONATURALEZA, y el programa Fortaleciendo la Vigilancia Indígena, con asesoría técnica de Derechos, Ambiente y Recursos Naturales (DAR).
Estos programas tienen líneas estratégicas como la vigilancia ambiental, la participación ciudadana, la conservación de áreas naturales protegidas, la educación ambiental, entre otros.
La tendencia ascendente de la participación de la mujer y la revaloración de su rol en la comunidad fue uno de los puntos más mencionados durante estas exposiciones.
Diego Saavedra (DAR) también expuso sobre la situacion de las industrias extractivas y los derechos humanos. Foto: Servindi
Durante la exposición de Diego Saavedra, especialista en derecho ambiental e integrante de DAR, se mencionó la importancia de la vigilancia indígena para la defensa de los territorios, considerando que aún no se reconoce institucinalmente la labor de los y las vigilantes ambientales en la protección y conservación de la biodiversidad y culturas.
Saavedra también señaló que la vigilancia indígena es integral y que no se limita solo a un tema por lo que es necesario fortalecer cada espacio y tipo de vigilancia en el que también se promueva una participación equitativa entre hombres y mujeres.

Titulación, identidad, género y comunicación

Por otro lado, el martes 29 se llevaron a cabo capacitaciones sobre Procedimiento Registral de Comunidades Nativas, a cargo de SUNARP, y sobre Derecho a la Identidad Responsable, a cargo de RENIEC.
También se informó sobre los procesos de titulación desarrollados en la cuenca del Urubamba. El Centro para el Desarrollo del Indígena Amazónico (CEDIA) compartió estos avances con el público.
Durante la tarde, Brenda Araujo, de AYNI Desarrollo expuso la situación de la salud materna y de la violencia de género en las comunidades del Bajo Urubamba, mientras las participantes intercambiaron algunos testimonios.
Acto seguido, los y las asistentes recibieron una capacitación en herramientas de comunicación -como el reporte radial y el uso redes sociales- para complementar las capacidades de vigilancia indígena.
Además, se resaltó la necesidad de tener una agenda institucional clara y que se base en propuestas, soluciones y acciones. Esta capacitación estuvo a cargo de Jimena Cucho (DAR) y Rafael Ponte (Servindi).

Se alcanzaron acuerdos y compromisos

El VI Congreso culminó con la firma de un acta de acuerdos y compromisos que las Jefaturas de las comunidades del Bajo y Alto Urubamba firmaron.
En el documento también se adjuntaron demandas de atención pública, sobre todo en cuanto a la implementación del nuevo distrito Megantoni.
Dentro de los acuerdos se menciona la importancia que la comunicación (institucional u organizacional) tiene para la defensa del territorio y la difusión de los avances de la vigilancia integral indígena.
Por est razón, durante el 2017 se busca implementar y ejecutar un Plan de Comunicación en el que participen dos personas (hombre y mujer) por cada comunidad.
Durante la capacitación en comunicación se obtuvo que solo las ondas de siete radioemisoras llegan a las comunidades en su conjunto pero son insuficientes si se trata de diversificar la información y permitir que las comunidades emitan sus informaciones y denuncias a la sociedad en general.
Una vez más, la mención de la importancia de un proyecto de vigilancia integral indígena es justificada pues junto a la fiscalización comunitaria del territorio se pueden aplicar más actividades de monitoreo comunitario sobre salud, trabajo, participación equitativa, entre otros.
Por otro lado, la actualización de la información sobre el saneamiento físico y legal de los territorios indígenas son puntos clave para la defensa del territorio. En algunas comunidades solo hace falta ejecutar el proceso de clasificación de suelos para obtener los títulos.
Tras la firma del documento se llevó a cabo un espacio cultural y la entrega de certificados a los y las participantes que retornaron a sus comunidades    Tomado de SERVINDI.

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